VIOLENCIA INTRAFAMILIAR por Yerly Scarleth Ramirez Vanegas

En Colombia las noticias sobre violencia intrafamiliar son un problema que aqueja a toda una sociedad, en donde la presunción y la ignorancia, se mezclan con la injusticia y la impunidad, por parte de las autoridades que velan por el bienestar de la humanidad, en especial la de los menores de edad; la de los más indefensos.
La violencia Intrafamiliar es aquella que se produce dentro del núcleo familiar, ya sea que el agresor conviva o no en la misma casa. Esta violación va desde maltrato físico y psicológico, abarcando también el abuso sexual.
Estas agresiones se presentan no solo en amenazas, sino también en abuso físico, acompañado de una arbitrariedad psicológica repetitiva, creando así los ataques sexuales, el aislamiento social, castigo, intimidación y restricción económica.
En Ocaña Norte de Santander, las cifras son alarmantes, aunque no sean expuestas ante un medio de comunicación, pues solo en el mes de marzo se registraron 31 casos en la ciudad, por lo que el gobierno local mediante la Secretaría de Gobierno está realizando la Campaña “La Vida es Sagrada, a la Vida Decíle sí” implementando charlas sobre los derechos humanos, derecho internacional humanitario y cultura ciudadana con el objetivo de informar y establecer canales de comunicación directa con la comunidad.
Buscando reducir los índices de violencia dentro de los hogares ocañeros, la Administración Municipal, en compañía de la Oficina de Cultura Ciudadana y la Comisaría de Familia, acuden a una jornada de comunicación con la comunidad, mediante funciones de títeres acompañadas de charlas, con el fin de sensibilizar a los habitantes de los diferentes sectores de Ocaña, frente a este tema de violencia intrafamiliar.
Debemos tener en cuenta que los primeros cinco años de vida de un niño, son primordiales y por eso el cuidado y el trato para con ellos tiene que ser el adecuado. Los casos de violencia dejan al descubierto los golpes causados y las consecuencias que éstos traen con los años.


Los agresores suelen venir de hogares violentos, suelen padecer trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y las drogas lo que produce que se potencie su agresividad. Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad, emocionalmente inestables, impaciente e impulsivo.
Algunas de las manifestaciones de violencia psicológica son:

 Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, etc.
 Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad.
 Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños.
 Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, etc.
 Abuso sexual: Imposición del uso de anticonceptivos, presiones para abortar, menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales contra la propia voluntad o contrarias a la naturaleza.
 Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc.
 Desprecio: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar al otro.

En muchos casos, también la violencia doméstica está íntimamente relacionada con el alcohol y las drogas
Como los hijos imitan a padres, se da con frecuencia que quienes en la niñez fueron testigos de abusos físicos entre sus padres, repiten la misma conducta cuando llegan al estado adulto. Aprendieron que los problemas y conflictos se afrontan con la fuerza bruta.

(Apartes-construccion-trabajo periodístico-Yerly Ramírez)